Palabras clave: sociedad, bullying, acoso, clima escolar, nuevas tecnologías y Redes Sociales.
En general, se piensa que el acoso escolar se refiere exclusivamente a una agresión física como pueden ser las peleas, patadas, empujones… Sin embargo, hay multitud de actitudes de acoso, verbal y psicológico, que tienen efectos más perniciosos que los físicos, como son los insultos, vejaciones, aislamientos, motes, etc.
Y ante este panorama debemos plantearnos qué papel cumplen las redes sociales en los conflictos de aula. ¿Es el ciberbullying una nueva forma de acoso o una forma perversa de relación interpersonal?
¿Acaso las nuevas tecnologías han favorecido la comunicación entre los alumnos o asistimos a la paradoja de la incomunicación humana en la era mediática?
Como en el caso del bullying, no hay ciberbullying cuando se trata de hechos puntuales. Sin embargo, el criterio de “hecho puntual” queda un poco difuminado cuando hablamos de agresiones a través de la red. ¿Podemos considerar puntual el hecho de colgar una fotografía o enviar un mensaje ofensivo? Cada vez que alguien lee el mensaje o visiona el vídeo la agresión se repite. El ciberbullying comparte con el bullying los elementos de desequilibrio de poder, reiteración e intencionalidad, y a veces puede ser consecuencia o continuación del bullying escolar.
A través del Análisis de Redes Sociales, podemos determinar si las actitudes, los comportamientos específicos con compañeros y las posiciones de estos en la red social del aula influyen en el clima escolar.
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